Por Estella y Antoñana
A primeros de septiembre, sin la presión de la temperatura que nos quemó tanta tierra en agosto, viajamos al occidente de Navarra.
Beltrán, que ya escribió en mi blog sobre sus correrías montañeras y Gorka Abrisqueta, un viajero de pro, que trabaja en Ermua y ya se ha recorrido 70 países y cuyo mapa cuelga en las páginas de Tripadvisor.
Estella, que nace en torno al año 1090, cuenta con un importante patrimonio monumental, siendo considerada la Toledo del norte. Una llamada a mi amigo y colaborador en Almería, Manuel Gila, me lleva a conocer de cerca la iglesia De San Pedro de la Rúa, la de San Miguel, el Museo del Carlismo y el Monasterio de Iratxe. Como tantos otros monasterios, por ejemplo el nuestro de la Abadía de Lebanza, este de Navarra tuvo numerosas apuestas, fue Universidad entre 1569 y 1824, hospital de sangre durante las guerras carlistas; centro de formación de los escolapios entre 1885 y 1984, campo de concentración franquista durante la Guerra Civil y abadía benedictina. A primeros de este siglo la Comunidad se lo cede al Estado para convertirlo en Parador Nacional pero el proyecto no prospera. Antes de iniciar el recorrido le envío una foto a Mongui, el perrito que escribe todos los martes sobre el románico en mi blog. Estoy a las puertas del monasterio de Santa María la Real de Iratxe, ¿alguna observación? Y al instante, desde Almería, que parece un milagro estar comunicado con el mundo mundial a todas horas, recibo su consejo: Aprovecha y bebe vino de la fuente. Si sales del templo y das la vuelta por la parte sur, contemplarás los canecillos más perfectos de nuestro románico con el autorretrato de los canteros. No hay mejor cosa que tener un buen guía, les digo a mis compañeros de aventura que me siguen para disfrutar todos de aquellas maravillas. Después de un largo paseo por el casco antiguo de la ciudad, comemos en una terraza de la plaza antes de visitar el Museo del Carlismo. Se trata de un museo temático de la historia, donde se aborda el movimiento carlista a lo largo de los siglos XIX y XX, ubicado en la calle Rúa, en el Palacio del Gobernador, que arranca con una remodelación en 2010.
Al regreso nos detenemos en Antoñana, uno de los núcleos urbanos con más encanto de la Montaña Alavesa, villa medieval amurallada, núcleo urbano estratégico ubicado en los límites fronterizos entre los reinos de Navarra y Castilla.
Estella, que nace en torno al año 1090, cuenta con un importante patrimonio monumental, siendo considerada la Toledo del norte. Una llamada a mi amigo y colaborador en Almería, Manuel Gila, me lleva a conocer de cerca la iglesia De San Pedro de la Rúa, la de San Miguel, el Museo del Carlismo y el Monasterio de Iratxe. Como tantos otros monasterios, por ejemplo el nuestro de la Abadía de Lebanza, este de Navarra tuvo numerosas apuestas, fue Universidad entre 1569 y 1824, hospital de sangre durante las guerras carlistas; centro de formación de los escolapios entre 1885 y 1984, campo de concentración franquista durante la Guerra Civil y abadía benedictina. A primeros de este siglo la Comunidad se lo cede al Estado para convertirlo en Parador Nacional pero el proyecto no prospera. Antes de iniciar el recorrido le envío una foto a Mongui, el perrito que escribe todos los martes sobre el románico en mi blog. Estoy a las puertas del monasterio de Santa María la Real de Iratxe, ¿alguna observación? Y al instante, desde Almería, que parece un milagro estar comunicado con el mundo mundial a todas horas, recibo su consejo: Aprovecha y bebe vino de la fuente. Si sales del templo y das la vuelta por la parte sur, contemplarás los canecillos más perfectos de nuestro románico con el autorretrato de los canteros. No hay mejor cosa que tener un buen guía, les digo a mis compañeros de aventura que me siguen para disfrutar todos de aquellas maravillas. Después de un largo paseo por el casco antiguo de la ciudad, comemos en una terraza de la plaza antes de visitar el Museo del Carlismo. Se trata de un museo temático de la historia, donde se aborda el movimiento carlista a lo largo de los siglos XIX y XX, ubicado en la calle Rúa, en el Palacio del Gobernador, que arranca con una remodelación en 2010.
Al regreso nos detenemos en Antoñana, uno de los núcleos urbanos con más encanto de la Montaña Alavesa, villa medieval amurallada, núcleo urbano estratégico ubicado en los límites fronterizos entre los reinos de Navarra y Castilla.
Actualización Dic2025 | 💥+300👀
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