Edén en Poblet
Un puñado de monjes cistercienses de la abadía francesa de Fontfroide, atendieron la llamada del conde catalán Ramón Berenguer IV, animándose en 1150 a repoblar las tierras tarraconenses conquistadas a los musulmanes para repoblarlas en un pueblecito, Poblet.
Monasterio de Santa María
Poblet | Tarragona
Ellos, en las tres ocasiones, iban al arte, yo en búsqueda del “eslabón perdido” de Anoll como al final intentaré explicarlo a mi manera.
Se afincan en el lugar y al amparo de las donaciones preferenciales de Alfonso II, rey de Aragón y Cataluña e hijo de Ramón Berenguer, la nobleza catalana se deshace en favores constituyéndose en el mayor y esplendoroso panteón real con doble monumento funerario, entre el crucero y brazos del transepto, de nuestro arte. Accedemos a él a través de explanada con jardines que rompen una muralla para conservar tanto la seguridad de los monjes como a los restos mortales de los reyes que alberga.
La puerta real es de medio punto, abierta en la muralla y defendida por torres poligonales con matacanes sobre ménsulas..
Tras esta fachada, se abre la auténtica puerta románica de cinco arquivoltas, baquetones, escocias, guardapolvos y tímpano.
Accedes al interior del templo de 1166 y de 85 metros de longitud, 21 de ancho y 28 de alto. En cruz latina partido en tres naves de siete tramos. Cabecera con bóveda de horno y rodeada de girola con cinco absidiolos románicos Girola con tramos trapezoidales y bóvedas de crucería. Nave central de medio cañón. Crucero de crucería simple sobre el que posteriormente se construye cimborrio gótico octogonal.
En él se recogen sarcófagos reales enormes a dos aguas: Juana de Ampurias, Jaime I, Alfonso II el Casto, Martín el Humano, María de Navarra, Eleonor de Portugal, Juan I, Violante de Bar, Alfonso IV el Magnánimo….
El claustro al norte.
De sus pandas, solo una es románica, las otras góticas.
Es en la norte donde radica el lavatorio, por estar próximo al comedor o refectorio. Consta de dos tazas que dejan salir el agua mediante treinta y un chorros. Se protege con templete hexagonal y bóveda de seis nervios.
Sarcófagos de la nobleza donataria y benefactora en las paredes del claustro.
Desde la panda oeste del claustro, entras en la Sala de los conversos, refectorio, cilla y dormitorios.
Impresionante cocina con clave de bóveda.
A su lado el comedor de los monjes con ventanales rasgados para su iluminación.
Junto a ella, el lugar más cálido: el calefactorio para calentarse y abrigarse del frío y barbería ocasional.
Amplísima e iluminada por tres ventanales románicos la Sala Capitular, el epicentro de las decisiones de la Comunidad.
Scriptorium y Biblioteca.
Dormitorio de monjes y escalera de maitines para acudir al rezo a primera hora de la hora de la madrugada.
Pero, como os prevenía desde el comienzo de esta entrada, yo iba husmeando otra cosa.
En la girola del ábside, obtuvimos la prueba de al menos once sillares con la marca Anoll.
Tirando de memoria, recordaréis que, cuando estalla la burbuja económica en el templo de Santiago de Agüero, ese taller buscó y encontró trabajo en Poblet que trabajaba su iglesia en 1166. Allí se llevaron aparejos y materiales, lo que demostraría que la inscripción “ Anoll” no es la firma de un maestro, sino de un “made in” de la cantera de procedencia de una donación de sillares por el clavero del monasterio de San Juan de la Peña, tal y como tenemos informado en nuestro trabajo que os pongo por enlace final. Y ello, no es una cuestión baladí, sino que ayuda a corregir interpretaciones y a resituar la fecha y datación de construcción del templo oscense de Santiago de Agüero.
Para más y mejor información:






























