Historias insólitas del Mundo III

• Un niño de diez años empotra el coche

25.05.07 | Periodista Digital. (RD/Navarra).- ¿Qué hacía un marroquí de diez años conduciendo un vehículo con una dominicana de 28 como copiloto y otros dos niños en los asientos traseros? Incomprensible. El niño puso a gran velocidad el Citroën ZX, perdió el control del vehículo en la calle Ramón y Cajal del municipio y empotró el coche contra la puerta de un garaje. Por si fuera poco, el coche no tenía seguro. Gracias a Dios no se registraron heridos.
La gracia provocó importantes destrozos. El garaje que padeció el golpe no quedó en buenas condiciones. El coche reventó la puerta y sólo paró cuando colisionó con la pared del fondo. Se llevó por delante todo lo que había.
La explicación de la mujer fue la siguiente: su vecino marroquí robó el coche y a ella le dio tiempo a montarse en el puesto del copiloto. Sin embargo, las declaraciones de algunos testigos apuntan a que pudo ser la propia mujer la que instó al pequeño a conducirlo.

• El dedo del panadero estaba en la barra de pan

1998.- El padre de una familia madrileña encontró la falange de un dedo en la barra de pan que acababa de partir. Tras comprobar que se trataba de la parte de una mano y no de una sorpresa de roscón, la madre decidió acudir a al Comisaría para denunciar el suceso. Más tarde se supo que el panadero había sufrido un accidente cuando elaboraba el pan.

• Le mata un rayo al tocar a "nublao"

Setiembre de 1997.—Delfín Rodrigo Fidalgo, de 72 años, vecino de Moralina (Zamora), murió a consecuencia de un rayo. Se da la circunstancia de que el hombre fue a la iglesia a "tocar a nublao" para avisar al pueblo de la fuerte tormenta desatada sobre las seis de la tarde. Ante la interrupción de las campanadas, el cura llegó hasta la iglesia para ver lo que sucedía y se encontró el cadáver.

FOTO PORTADA: El coche en el tejado. Foto : diariomotor