El enigma de Romand

Jean-Claude Romand, era a la vista de todos los que le conocían, un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS)., hasta que un día , se levanta más temprano de lo habitual, mata a su esposa y a sus hijos, va a la casa vecina y acaba también con sus padres; incluso, mata también al perro, prende fuego a las casas y se toma un tubo de somníferos. Cuando sale del coma se encuentra con un grupo de policías estupefactos: habían descubierto que Roman no era ni había sido nunca funcionario de la OMS, que no había terminado los estudios de medicina, que no tenía trabajo y que su esposa, familiares y amigos estaban convencidos de todo lo contrario. Había conseguido ocultárselo durante 18 años. Al parecer, a medida que fueron avanzando las investigaciones, se halló que este individuo había creado una arquitectura social. Vivía del dinero que le dejaban sus colegas para que él lo colocase en Suiza al 18%, hasta que una amante le reclamó el dinero prestado y todo el entramado se vino al suelo.

La justicia condenó a Romand a 22 años de cárcel. El proceso sirvió para encerrar el enigma Romand en una celda pero no para resolverlo, como bien trata de explicarlo Enmanuel Carrere en un libro publicado años después (1 de Enero de 2000) "Ladversaire", y que asistió al proceso del protagonista en junio de 1996. Carrere pone al desnudo la extraña relación entre la personalidad social y lo que queda de nosotros una vez privados de títulos, funciones y uniformes. Su enigma es un poco el nuestro.