Vendió la Torre Eiffel
Pero como la primera persona a la que timó, no lo denunció por miedo a quedar en ridículo, Lusting volvió a vender la torre a un segundo industrial y al parecer éste armó tal alboroto que aquí se terminó el juego.
Wikipedia
Mitos y leyendas urbanas
El Correo
SOBRE ESTA BITÁCORA

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A mi los timos me encantan.
ResponderEliminarSerá que tengo muy mala leche.
Y me encantan porque el timador se aprovecha de la mala fé del timado.
El timado se dejar cegar por su propia avaricia y luego al quejarse, él mismo se pone en evidencia.
Y yo pensaba que estas cosas sólo pasaban en las películas...De nuevo la realidad se queda un par de pasos por detrás de la ficción.
Estooo...te vendo un submarino para cruzar la ría :-D (es broma)
Salu2
Yo ignoraba el timo de Lusting hasta el otro día, a raiz de un comentario que hicimos en el blog sobre Al Capone. Resulta que el famoso ganster había sido timado por un tal Lusting. Seguro que este sacó las pistolas o le hizo algún tipo de señal porque enseguida se lo devolvió todo. Jajaja. Gracias, Markos, te estoy haciendo asíduo de las curiosidades. Buen fin de semana
ResponderEliminarHombre, markos, en el caso este no se aprovecha de la mala fe del timado. Simplemente de la ignorancia. Supongo que el timado valoraría en términos comerciales el asunto de la chatarra y echaría sus cuentas.
ResponderEliminarA mí, el que me gusta es el de la estampita, y que todavía sigue dándose. Siempre me acuerdo de Tony Leblanc, con la boina, haciendo de retrasao, en la estación de Atocha. No recuerdo en título de la peli pero es cojonuda
Tengo uno muy bueno para la próxima ocasión: el de "pago yo, pagas tú". Jajaja.
ResponderEliminarjejeje. Y mira que aqui tenemos nuestra buenas historias de pícaros....
ResponderEliminarCarpe Diem
lolllllll. que grande ese tipo!!! 1 es un exito, pero venderla dos veces no tiene precio!
ResponderEliminarEsto me recuerda alguna broma cuartelaria, pero apunta, sobre todo, al hecho de que muchos emprendedores y muchos magos de las finanzas son capos y se desenvuelven muy bien en la salsa de la falsía. De todas formas, ya sabéis: "Quien roba a un ladrón..."
ResponderEliminarTambién me recuerda, no sé por qué, aquello de que si la mierda valiese dinero, los pobres nacerían sin culo, con perdón. Y es que por comprar y poseer hay gente capaz de todo.
Bueno, amigos, da gusto buscar historias para vosotros. Para tamaña empresa también hay que ser vivo.
ResponderEliminarVaya timador, me recuerda a quién vendió a un empresario de Londres, el Puente de la Torre de Londres, claro que no era la famosa sino un puente que se llama así xD
ResponderEliminarSaludos amigo Froilán
Este amigo vendió la Torre dos veces y en su acta de defunción le pusieron: "Profesión: ¡Aprendiz de vendedor!, eso fue el colmo. Jajaja.
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