La peste en Bilbao
Vecinos de las Villas de Bilbao y Portugalete y de las anteiglesias de Deusto y Begoña relataban así sus penurias: "abiendo sido dios, nuestro Señor, serbido de enviar a la dicha villa la enfermedad contaxiosa de peste que es notoria, se ha ydo gaziendo guardia de ella porque mediante comunicación no se estienda la enfermedad a otras partes (...) pero a benido a resultar del rigor que en ello ay que a los vecinos se les a cerrado y ba cerrar del todo la puerta para poderse prober de mantenimiento (...) de suerte que se biene a padecer estrema necesidad entre ellos y corre peligro la jente de pedecer mas de ambre que de peste".
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Qué lástima...
ResponderEliminarEra el modo de tratar entonces una epidemia. Lo que supone, casi, una certificación del dicho: "Es peor el remedio que la enfermedad".
ResponderEliminarLuego está el hecho de considerar la epidemia como un castigo de Dios. Echo en falta la característica alusión a las posibles faltas causantes del castigo.
Por último, si la trascripción es fiel a la letra, tenemos una buena muestra de las vacilaciones en la escritura de algunos sonidos que durarán hasta entrado el siglo XVII.
Un saludo.
La peste diezmo la población ante la falta de alimentación, higiene y el aumento de la población de ratas como principales transmisores de la enfermedad
ResponderEliminarGracias a todos por vuestra visita y vuestros comentarios.
ResponderEliminarMatilde, una tía que vivió una de estas pandemias, en los albores de 1900, rehusaba aludir a la palabra "peste". Contaba cómo en su pueblo había muerto mucha gente joven inexplicablemente. Ella aseguraba que el misterio estaba en la niebla.