Para que te consueles

Creo que lo he apuntado en varias ocasiones y tal vez me repita de nuevo. El pensamiento, como la vida, no se detienen y todo gira en esa especie de ruleta que unos días nos sorprende más que otros. La filosofía sirve para la vida en la medida en que acertamos a colocar cada historia en su punto justo. Todos nos quejamos de todo de continuo y pocas veces nos sinceramos con los demás, por miedo a que se divulgue una situación que nos afecta o nos maltrata. Y sobre todo, por temor a que se malinterprete. Queremos pasar página pero llegan acontecimientos nuevos que entorpecen nuestros planes de futuro. Vivimos más pensando en el después, en el mañana, que en lo que llevamos entre manos, por eso tantas historias se tuercen desde que comienzan a gestarse... Pues, curioseando por ahí, uno se encuentra con esa filosofía de andar por casa y se consuela de lo lindo. Es alguien como nosotros que lo ha escrito y que nos hace reflexionar.

El hijo que muchas veces no limpia su cuarto y se pasa el tiempo viendo televisión...
significa que...
¡Está en casa!

El desorden que tengo que limpiar después de una fiesta...
significa que...
¡Estuvimos rodeados de familiares o amigos!

Las ropas que me están apretadas...
significa que...
¡Tengo más que suficiente para comer!

El trabajo que tengo que hacer para limpiar la casa...
significa que...
¡Tengo una casa!

Las quejas que escucho acerca del gobierno...
significa que...
¡Tengo libertad de expresión!

No encuentro estacionamiento...
significa que...
¡Tengo coche!

Los ruidos de la ciudad,
Significa que...
¡Puedo oír!

El cansancio al final del día...
significa que...
¡Puedo trabajar!

El despertador que me despierta todas las mañanas...
significa que...
¡Estoy vivo!

Finalmente por los mensajes que recibo...
Significa que...
¡Tengo amigos pensando en mí!

Cuando pienses que en tu vida te va mal...
lee otra vez este mensaje

Autor: Anónimo