Ahora que la situación actual te obliga a revisar tu currículo como importante vehículo de presentación, es justo que quien lo examine no sea tan despreciable y ruin como el del ejemplo que hoy recuperamos. Interesa también que quienes tienen en su mano la responsabilidad de elegir a un trabajador para su empresa, no le juzguen y, sobre todo, no le insulten.
Ninguno de los aspirantes a un empleo en una cadena de supermercados de la capital madrileña llegó a imaginarse que sus solicitudes de empleo iban a ser despreciadas, por escrito, con argumentos tan hirientes como "gordita, con granos, parece un indio"; "Extranjero gordo, morenete, parece Pancho Villa pero hambriento"; "No, por gitana y fea"; "No me gusta su cara y además es separada con 26 años"; "Pesado y feo"; "Gordita, cara de cochinillo, mal pintada"; "No, macarra. Chupa de cuero"; "Barrios bajos, pinta de drogadicta"...
Según difundió la "Cadena Ser", las 250 solicitudes de empleo aparecían con hojitas grapadas en las que figuraban anotaciones racistas, sexistas, o simplemente despectivas hacia sus titulares.
Me acuerdo de la noticia, que gentuza.
ResponderEliminarSolo espero que no hagan lo mismo con los miles de curriculums que estoy enviando... porque lo que me faltaría encima es ver algo así.
Besos.
Yo también lo recuerdo, y la empresa en la que trabajaba ese cabrón de selección de personal.
ResponderEliminarLuego nos quieren hacer creer que trabajando se consiguen las cosas. No: lo que hay que tener es una cara bonita. ¡ARGH!! Maldito hijo de perra.
ResponderEliminar¿En que empresa trabajaba, Paco?
por que no se puede decir mejor, "maldito hijo de perrroooooo"
ResponderEliminarPatetico como estan las cosas hoy en dia, en vez de fijarse en las cualidades que realmente deben fijarse en relacion al cargo que pretenden aspirar. Simplistas, poco eticos, poco profesionales, mala clase.En fin, unos hijos de PUTOS!
Ejemplo de que en muchos casos los entrevistadores no tienen formación ni capacidad para realizar esta tarea, que en muchas ocasiones se relega a una empresa subcontratada de dudosa profesionalidad.
ResponderEliminarLamentable hecho, ahora que lo has traído a la memoria, recuerdo que además le supuso un gran problema con la Agencia de Protección de Datos a la empresa en cuestión y una multa, ya de paso, bastante ejemplar.