Grecia

Atenas trazará muy pronto el desconcertante aspecto de la nueva Europa, y puede que nosotros nos veamos reflejados en ese misterioso e insólito dibujo.

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Los ciudadanos de esta nación volverán a las urnas el próximo día 25 y, probablemente, le darán el poder a Alexis Tsipras. A partir de entonces, los populistas de extrema izquierda gobernarán, si no hay sorpresas mayúsculas, en la cuna de la civilización occidental con sus ideas rompedoras e inquietantes. Resulta sorprendente que Europa entera esté conteniendo la respiración ante el resultado de unas elecciones libres que se celebrarán en el mismo lugar en el que Clístenes de Atenas imaginó la democracia hace 2500 años. Porque, increíblemente, el resultado de estos comicios exentos de trampas, plenamente reglamentarios y legales, pueden representar un problema transnacional que agriete la vieja Europa. Por eso, Alemania ya ha diseñado un plan de choque contra la salida del euro del país.

Ángel F. Fermoselle