Lo hemos visionado ya en la sección de "puentes colgantes". Esta antigua pasarela que se sostiene entre dos colinas y cuelga a 30 metros sobre el mar, se encuentra en Irlanda del Norte. Pero quienes lo han cruzado se han quedado impresionados. Fue utilizado durante más de 250 años por los pescadores de la zona, que venían buscando el salmón migratorio y cuya ruta parece haber cambiado en los últimos años, por lo que a primeros de siglo dejaron de faenar en este lugar. Pero tras la leyenda queda el paseo para oírsela contar a los lugareños. En 2011 el puente recibió 250.000 visitas. En 2012 dio la bienvenida a la antorcha olímpica y en estos años ha sido finalista en el concurso de fotografía de National Geographic.

“Si escuchas atentamente, oirás el canto de las sirenas.”- asegura una mujer que cuenta su historia en una de las páginas a las que acudimos para elaborar esta entrada.