La Abadía de Lebanza es como el alma de esta tierra. 

La Abadía de Lebanza fue el más importante santuario mariano en tierras de Piedras Negras. Carlos III confirma todos los privilegios concedidos por los condes y reyes anteriores y amplia sus dominios a Vado, Ligüérzana, Carracedo y Renedo de Zalima. Me imagino el lugar en medio del silencio, observando el paso de un grupo de mujeres que vienen periódicamente a tonificarse desde los pueblos vecinos, o a buscar el té a las faldas de los terrenos que tocan Polentinos, o a por las avellanas…
Al fondo, la cara del Carazo. Recordamos de este lugar de ensueño el paso de muchos campamentos de verano. Esta es la foto que hemos tomado todos, realizada, probablemente, en los primeros meses de la primavera, en los primeros días del nuevo siglo.