Edén en Benasque, Huesca

¡Je,je,je,je!. En mi vida mortal creo que nunca fui rencoroso ni egoísta, pero mi memoria no me dejaba olvidar y por eso siempre que podía se las devolvía.
En marzo de 2016 le dije que lo llevaría a un lugar precioso que combina arte románico y naturaleza explosiva para que conociera un templo pleno de pequeñas curiosidades.
 ¡ Eso sí, lo que no le dije es cómo!.


En su génesis románica, el templo de Santa María la Mayor de Benasque se alza sobre planta de cruz latina documentada en el siglo XI, si bien su actual aspecto corresponde a las reformas realizadas en los XII y XIII  que conserva la originaria nave, cerrada con bóveda de cañón apuntada a la que sostienen arcos fajones.


En la cara sur se abre la portada.


Y sobre la misma éste curioso óculo muy decorado con diversos motivos.


Y fue ahí cuando mi mascota empezó a "patinar", pues se creía que la imagen tallada en su parte superior se trataba de una Crucifixión con las Marías y San Juan. ¿ A que tú también lo habías creído?.


¡ Pues no!. Se trata del patrón de Benasque, San Marcial, aquel primer obispo francés de Limoges en el siglo III y cuya devoción y fervor en esta localidad estalla cada 30 de junio cuando lo procesionan al son del "ball dels omes". En la parte inferior del óculo un escudo medieval de alguna familia comitente en sus restauraciones.


Mientras que en el lado izquierdo hay un "coleguilla" mío de cuyo sexo no tengo dudas.


Y en el derecho una figura horrible y demoníaca.


Entre portada y óculo, un pequeño crismón recolocado que tiene añadidas en el palo central las letras V y E, que para alguno de este grupo significarían Victoriam Ecclesiae y para otro Vallis Ésera, que es el nombre del cercano río. ¡Total, discutir por discutir!


En el siglo XVII fue nuevamente reformado con demolición del ábside y nuevo crucero y cabecera, añadiéndose la torre actual.


Y como la alegría dura poco en la casa del pobre, en octubre de 1925 un incendio volvió a cebarse con este templo que ahora consta de dos capillas laterales en su crucero dedicadas a San Marcial y la otra a San Martín, mientras que la cabecera central está presidida por un impresionante mural de más de doce metros dedicado a la Asunción de la Virgen, que iluminan tres vidrieras.


Bajo el alero del tejado, rollos con rostros humanos y de animales.


Y acabo ya mi "rollo" particular, ¡que nos vamos a esquiar!