Hacer bien
Hacer bien y no mirar a quién. Una de las promesas que nos hacemos cuando todo nos falla es la de no volver a tropezar en la misma piedra. Eso implica, en ocasiones, no volver a confiar en nadie; no volver a dar una limosna, porque hemos visto o nos han contado que alguien apareció muerto debajo de un puente y encontraron una libreta con no sé cuántos millones entre sus pertenencias. Hay ejemplos bien recientes.
El refrán no pone reglas, cuando sabemos que para todo hay una excepción; que hay que hacer bien, sí; que hay que dar cuando apetece, cuando se puede, también; pero que hay que mirar, y mucho, y cada vez con más atención a quien lo pide, porque hay gente que se conoce todos los trucos, que vive de engañar al prójimo y no hay jueces que dicten una sentencia ejemplar que los detenga.
Eso sí, es preferible equivocarse y ser engañados, a cerrar la puerta a mucha gente que necesita de verdad nuestra ayuda, porque nunca nos ponemos en el lugar de nadie, sano ejercicio para comprender tanto dolor como ahora aflora, tanta urgencia por encontrar un camino que nos lleve a algún sitio habitado.
SOBRE ESTA BITÁCORA

Esta bitácora nace en noviembre de 2008 con el ánimo de divulgar historias curiosas y entretenidas. Son 17 años acudiendo diariamente a la llamada de amigos que vienen de todo el mundo. Con +6.661.600 visitas, un mapa del románico abierto a finales de 2023 que ya ha recibido +786.400 consultas y +6.100 artículos en nuestra hemeroteca, iniciamos una nueva andadura. Comparta, Comente, síganos por nuestros canales de Telegram y Wasap. Y disfrute. ¡Es gratis!
muy acertadas reflexiones froilán. siempre hay que estar dispuesto a tender la mano a quien lo necesita. pero también sabemos por propias experiencias, que hay mucha gente lista y van de víctimas, cuando en realidad no lo son. como en todo orden, hay que tener un término medio, porque "si te vuelves miel, te chupan las moscas".
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Raúl. A ver si pasa esta pandemia, que no lleva camino de ceder este año, y podemos tomar un café en Vitoria, una ciudad encantadora y cambiar impresiones sobre el Uruguay de tu alma. ¡Buen día!
EliminarCuanta razón, casi la misma que desconfianza ,con tanto engaño y envidia por tener lo que no es tuyo la gente ya no se conforma con el pedir ,si pueden te roban y te apalean ,luego ese refrán de haz bien y no mires aquien ,eso seria antes de nuestros abuelos cuando eran más honrados y humildes ,también había pobreza y gente necesitada ,siempre a habido y habrá, pero la picaresca de algunos nos hacen abrir quizás demasiado los ojos y desconfiar hasta de nuestra mano derecha,cuando se da ,se da de corazón y si te han engañado pues un palo más que te as llevado en esta vida ,habra realmente muchos que lo agradecerán por que si lo necesitan
ResponderEliminarQuerido amigo, hay tanta confusión estos días, que a veces uno se rebela en la columna del "periódico", a la que le faltan muchos matices, pero que no deja de ser un hilo de esa madeja que nos despierta cada día. Te invaden los correos para que firmes en apoyo de historias,como si no existieran los políticos para resolverlas, que esa es otra. En fin, mayores que nos vamos haciendo. Gracias, Jarrrr y buen finde.
Eliminar