El infinito en un junco
Sobre mi mesita de noche el tan laureado “El infinito en un junco”, de Irene Vallejo que voy leyendo poco a poco, que leo y releo sin desmayo porque en cada nueva lectura recuperas historias que ya no recordabas o que no llegaste a comprender. Y aunque hay notas que ya conoces por otros autores, creo que este ensayo aporta tantos datos que -me atrevo a decir- que bien podemos encontrarnos ante el libro de los libros, un ensayo magistral sobre el significado y el triunfo del libro.
Los sabios de cada pueblo que dominaban su lengua y conocían bien el griego, se implicaron en su traducción.
Yo he oido hablar muchas veces de la biblioteca de Alejandría. La más grande y prestigiosa del mundo, que albergaba cerca de un millón de ejemplares, siendo el libro entonces un arma de guerra. Basta imaginarse los esfuerzos que aquella acumulación de saber supuso para las gentes de aquel tiempo, buscando libros por todas partes, al acecho por cada libro nuevo que se publicaba en algún lugar del mundo, entonces en tiradas muy limitadas, pues cada ejemplar implicaba el sacrificio de un rebaño.
¿Cómo es posible que haya gente que piense que van a morir los libros? -viene a reflexionar la autora-, si han demostrado ser como un corredor de fondo. Y vienen a corroborarlo las confesiones de Umberto Eco: El libro pertenece a la misma categoría que la cuchara, el martillo, la rueda o las tijeras. Una vez inventados, no se puede hacer nada mejor. Situémonos por un momento en aquella ciudad, en aquel tiempo, cuando había muy poco ejemplares de cada libro, cuando cada libro era único.
SOBRE ESTA BITÁCORA

Esta bitácora nace en noviembre de 2008 con el ánimo de divulgar historias curiosas y entretenidas. Son 17 años acudiendo diariamente a la llamada de amigos que vienen de todo el mundo. Con +6.691.500 visitas, un mapa del románico abierto a finales de 2023 que ya ha recibido +796.600 consultas y +6.100 artículos en nuestra hemeroteca, iniciamos una nueva andadura. Comparta, Comente, síganos por nuestros canales de Telegram y Wasap. Y disfrute. ¡Es gratis!