En Zumaia, el enclave elegido es la playa de Itzurun, a la que nos asomamos desde la ermita de San Telmo, dedicada al patrón de los marineros. La imagen es impresionante, como inyectada sobre las rocas del Flysch que han ido creciendo a lo largo de sesenta millones de años en la costa vasca. Seguro que han podido verla en “Ocho apellidos vascos” (2014). Pero no es un camino de rosas el que emprendemos hoy. Se trata, y hay que decirlo, de una ruta “rompe piernas”, dieciocho kilómetros con múltiples desniveles, también con senderos desde los que te asomas a un verde espectacular y a esas playas salvajes. Se trata de una de las rutas más bonitas del País Vasco, a través de la costa, algunos tramos por el interior, con vistas hacia un verde espectacular que puede admirarse desde las zonas más elevadas. A medida que vamos avanzando, se nos van descubriendo nuevos escenarios, pequeños farallones, acantilados de formas extrañas que proyectan sobre el suelo sus formas, como si de esqueletos se trataran. Desde los altos, se divisa un verde intenso y en medio, pueblos y caseríos. Caminamos entre bosques, tan pronto subiendo, como tocando el mar. Si quieren ver algo diferente y extraordinario, la ruta del Flysch lo tiene todo. Un paisaje fantástico. Capas de cenizas volcánicas, originadas durante el Cretácico, que representan, dicen, diez mil años cada una. Nosotros hicimos el recorrido hasta Deba, donde descansamos y comimos para coger el tren después y volver a Zumaia a por los coches.
Una muy atractiva ruta, Froilán, esta que nos narras hoy aquí en tu "Madeja" de Diario Palentino. Claro que con una cierta dificultad en su recorrido, pero que queda inmediatamente compensada con los paisajes que se divisan desde la misma. Y que, como también nos narras, por ello ha sido elegida para rodar algunos de los episodios de la famosa serie "Juego de Tronos". Por algo será, desde luego. Saludos.
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