Potes-Reinosa
Las carreteras no son para los pueblos
A primeros de año volvió a suscitarse en algunos medios de comunicación el polémico intento de Hormaechea, expresidente cántabro a últimos del pasado siglo, de hacer una carretera que comunicase Reinosa con Potes. Pero los ecologistas siempre andan poniendo pegas a la comunicación. Lo hicieron cuando nuestra Asociación Fuente Cobre, después de reunirse con alcaldes de Cantabria y Asturias y autoridades de nuestra provincia, que entendían la necesidad de una vía más moderna que evitase la dureza del Puerto de Piedrasluengas y que, a los de aquella parte les sacase del embudo del desfiladero de la Hermida. Y ahora se vuelven a poner de uñas ante el replanteamiento del gobierno actual que ha vuelto a sugerir una Vía de Comunicación entre Campoo y Liébana. “Es difícil que no haya daños irreversibles”, explican.
Otro de los frenos fue su elevado coste que rondaría los 100 millones, según las estimaciones del Ejecutivo que dirige María José Sáenz de Buruaga (PP). Para quienes lo ven como un atentado salvaje esta carretera solo serviría para recreo del turista, que sin apearse del coche va a contemplar un paisaje espectacular y, porque la nieve será un impedimento igual que ahora, porque -señala María José Bustamante, alcaldesa socialista de Potes, “la nieve no es selectiva”. Esta infraestructura -dicen- destruiría el altísimo valor de los espacios de la Red Natura 2000, y su marco de protección europeo que garantiza la conservación de los hábitats más valiosos. En esos hábitats se considera a todas las especies menos al ser humano, como de costumbre. Ninguno de los que se oponen baraja en ningún momento los beneficios, la comunicación que implicaría para las tres grandes comarcas: Liébana, Saja/Nansa y Campoo-Los Valles, con una población superior a los 60.000 habitantes, mejorando la conectividad entre ellas (que actualmente es totalmente deficiente con un tiempo mínimo cercano a las dos horas). Y al norte de Palencia le vendría de perlas, si algún día puede establecerse el acuerdo para llegar al Hospital de Reinosa que, a saber, porque aquí todo se queda en proyectos y al ciudadano que lo muelan.
Daños irreversibles son los pueblos vacíos a los que nadie mira, a los que nadie atiende, que ya tienen bastante con un retoque cada 50 años de su vieja carretera. Lo que interesa sobremanera es que el Oso no se asuste, que los habitantes ya están acostumbrados a todas las carencias del mundo. Y evidentemente, si somos de un partido, no apoyar los proyectos del partido contrario bajo ningún concepto. Aunque sean una apuesta por comunicar tantos pueblos desolados.
Daños irreversibles son los pueblos vacíos a los que nadie mira, a los que nadie atiende, que ya tienen bastante con un retoque cada 50 años de su vieja carretera. Lo que interesa sobremanera es que el Oso no se asuste, que los habitantes ya están acostumbrados a todas las carencias del mundo. Y evidentemente, si somos de un partido, no apoyar los proyectos del partido contrario bajo ningún concepto. Aunque sean una apuesta por comunicar tantos pueblos desolados.