España vaciada
Tras la pista de esa España que iba perdiendo gente
Nunca sabe uno por dónde puede surgir la estrella, si es que lo que uno busca es una estrella, por dónde se ubicará mañana su vida, que nadie lo tiene seguro en nada: ni en la amistad, ni en el amor, ni en la salud, ni en la vida; que tan pronto respira uno energía como se da el castañazo o se apaga poco a poco en una de esas estaciones que nos tiende la vida. Resulta que al periodista Sergio del Molino, del 79, le sonrió la fortuna en 2024, al alzarse con el premio Alfaguara de Novela con su obra “Los Alemanes”, un libro bien tratado por la crítica que aborda un hecho real, la llegada a España en 1916 de un grupo de refugiados alemanes que huyen de Camerún durante la II Guerra Mundial. Pero no nos engañemos. A Sergio le llega la buena estrella mucho antes, en 2016, cuando se le ocurre publicar un ensayo que embarcó a la sociedad de aquel momento en un debate sin precedentes: La España vacía.
.Tras la pista de

Fue aquel momento y tenía que ser él por esas circunstancias que se alían y hacen que prevalezca una idea entre un millón. Porque todo el mundo andaba tras la pista de esa España que iba perdiendo gente; unos y otros hacíamos alusión en comentarios de prensa o de cantina el éxodo rural que prende a mitad de siglo pasado. Sergio reventó la burbuja señalando con un gracejo especial la situación a la que nos había llevado las sucesivas políticas de todo signo, que no ponían en marcha recursos para repararlo. Se hicieron ediciones cada año de su libro y se agotaron. Recibió el premio al Libro del Año de los libreros de Madrid, también el Premio Cálamo al mejor libro del año y fue seleccionado como mejor libro del año por importantes cabeceras de prensa como The New York Times.
Ahora bien, se abrió el melón, prendió un debate nunca visto; todo el mundo estaba con la boca abierta, aplaudiendo y empujando una historia que ya se sabía, pero que por ese arte de birlibirloque solo despertó con un periodista hasta aquel momento desconocido por la gran mayoría. Aquello parecía pronosticar un paso importante hacia una solución, pero solo brilló una estrella en el camino de la fama, la de Sergio del Molino, que siguió escribiendo y triunfando. Aquel debate no mejoró la situación del país en lo que se refiere a la despoblación, no llegaron propuestas, ni cambió el signo de tantas y tantas aldeas que siguen perdiendo habitantes año tras año. La España vacía era una manera de dejar escrito el silencio, la despoblación, el abandono de los pueblos.
Ahora bien, se abrió el melón, prendió un debate nunca visto; todo el mundo estaba con la boca abierta, aplaudiendo y empujando una historia que ya se sabía, pero que por ese arte de birlibirloque solo despertó con un periodista hasta aquel momento desconocido por la gran mayoría. Aquello parecía pronosticar un paso importante hacia una solución, pero solo brilló una estrella en el camino de la fama, la de Sergio del Molino, que siguió escribiendo y triunfando. Aquel debate no mejoró la situación del país en lo que se refiere a la despoblación, no llegaron propuestas, ni cambió el signo de tantas y tantas aldeas que siguen perdiendo habitantes año tras año. La España vacía era una manera de dejar escrito el silencio, la despoblación, el abandono de los pueblos.
Última actualización: Mar25 | 310👀

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