Museos Vaticanos

Escalera de caracol en rampa, realizada en 1932

Julio II, elegido papa en 1503, parece ser el iniciador de los Museos Vaticanos, a donde llegamos para admirar la escalera de caracol en rampa, realizada en 1932 por Giuseppe Momo, arquitecto que llevó a cabo más de 200 proyectos, sobre todo, muchos edificios religiosos. Curioseando por la red encuentro la narración de Chalo, donde narra su visita a los Museos y el hallazgo de una escalera diseñada por Bramante, un arquitecto del Renacimiento, cuyo logro fue simular el efecto de que la escalera pareciera más larga de lo que realmente era. No obstante, una vez hecha la consulta, le dicen que la citada escalera está cerrada al público. Cuando regresan a Granada, vuelve a indagar por internet descubriendo, efectivamente, que la escalera cerrada al público es obra del maestro Bramante y la que se utiliza en su lugar fue realizada en 1932, y está inspirada en ella. Pero curiosidad de curiosidades, según reseñan otros fuentes, la escalera de Giuseppe en doble espiral y cubierta de vidrio, sirvió de inspiración a F. Wright para el Museo Guggenheim de Nueva York que ya hemos recogido en esta sección y que data de 1959.

La escalera conocida como arquitectura alemana de entre guerras.

Atlantis Haus | Bremen, Alemania

Recibe este nombre en honor al mítico continente perdido de la Atlántida. Diseñado en 1930 por Bernhard Ho Etger, y en cuya construcción se utilizaron materiales de vidrio, madera y hormigón armado en formas geométricas, decoradas en el llamado estilo Art Déco. 

Escaleras reconstruidas del Palacio de Schwerin (Alemania), entre 1926 y 1931.

Schweriner Schloss, Schwerin, Alemania

En el cuarto de los doce lagos se encuentra la ciudad alemana de Schwerin, en el Estado de la Pomerania. El Palacio de Schwerin fue durante siglos hogar de los duques de Mecklemburgo, con posterioridad, Mecklemburgo-Schwerin. Actualmente alberga la sede del Parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Parece que quien da fe de la importancia de este lugar es el mercader sefardí Ibrahim Ben Jacub en el año 973 tras un viaje por el este de Europa. Estas resplandecientes escaleras pertenecen a una de las alas reconstruida del Palacio de Schwerin (Alemania), entre 1926 y 1931. 

Quinta da Regaleira 

Sintra | Portugal

La historia de este singular edificio toma auge en 1892, cuando los barones da Regaleira venden la propiedad al Dr. António Augusto Carvalho Monteiro por veinticinco contos de réis. La mayor parte de las construcciones actuales de la quinta fueron terminadas en 1910. En 1942 la quinta era propiedad de Waldemar Jara d'Orey; en 1987 pasa a manos de la empresa japonesa Aoki Corporation y dejó de servir como alojamiento, hasta que en 1997 la adquiere el Ayuntamiento de Sintra para iniciar su recuperación. Hoy traemos hasta esta sección la escalera en espiral, sustentada por columnas esculpidas que desciende hasta el fondo del Pozo a través de nueve rellanos. Reputados ocultistas como Albert Pike, René Guénon y Manly Palmer Hall explican que los nueve rellanos separados entre sí por quince peldaños, evocan referencias a La Divina Comedia de Dante, y pueden representar los nueve círculos del infierno, los del paraíso o los del purgatorio. En el fondo del pozo está, embutida en mármol, una rosa de los vientos sobre una cruz templaria, el emblema heráldico de Carvalho Monteiro y, simultáneamente, indicativo de la Orden.

La librería Lello (1906)

También conocida como Librería Chardón

Oporto | Portugal

La librería Lello (1906), también conocida como Librería Chardón, está clasificada como una de las más importantes del mundo, por la suculenta historia que atesora y por los rasgos arquitectónicos entre los que se encuentran estas curvadas escaleras. Se encuentra enclavada en el Centro Histórico de la ciudad de Oporto, cerca de la Torre de los Clérigos y se atribuye su autoría a Nicolau Nasoni.

Faro de Eckmühl 

Bretaña | Francia 

El Faro de Eckmühl en Bretaña (Francia), fue construido en 1897. Con 65 metros es uno de los más altos del mundo y está abierto al público. Debe su nombre -según las fuentes consultadas- a la rica marquesa de Blocqueville que lo mandó construir en honor a su padre, el príncipe Eckmühl. En la red se recogen bellas estampas de este punto y a la vista de la escalera que presentamos en esta entrada, uno se imagina la honda impresión de los viajeros que lo visitaron. Las vistas son inabarcables -aseguran-, lo que sin duda hace que sea uno de los monumentos más visitados de Finisterre. La torre está abierta al público y para llegar a la cima es necesario subir trescientos siete escalones, doscientos veintisiete escalones de piedra seguidos por una escalera de hierro. 

Parlamento Húngaro en Budapest 

Inaugurado en 1896.

El edificio fue construido entre 1885 y 1904, siguiendo los planos de Imre Steindl. Es el mayor edificio del país, escenario de las reuniones de la Asamblea Nacional.
Desde el año 2000 se pueden admirar en él las joyas de coronación de Hungría (la corona, el cetro, el obre y la espada de estilo renacentista). Contiene más de 20 kilómetros de escaleras, y 691 habitaciones (incluyendo más de 200 oficinas). El estilo principal del parlamento es neo-gótico aunque con evidentes influencias renacentistas, y un toque bizantino en salas y pasillos, especialmente apreciable en la delicadísima decoración de las escaleras que conducen al salón principal. Mediante esta mezcla de influencias se quiso representar las diferentes culturas que han influido y conformado a Hungría a lo largo de sus mil años de historia. La inmensa escalera principal, que lleva al domo, también fue diseñada en estilo renacentista. 

Atomium de Bruselas

La escalera móvil fue inventada en los Estados Unidos a finales del siglo XIX.

El Atomium albergó en Bruselas la Exposición Universal de 1958. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Está formado por nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro, y aunque no tenía que durar más allá de 6 meses, la popularidad alcanzada no sólo hizo que se mantuviera, sino que llegara a formar parte importante del paisaje de la ciudad y se convirtiera en símbolo de la misma para el resto del mundo. Aunque hay una referencia permanente a la historia el edificio, el Atomium promueve también exposiciones temporales y actividades de interés permanente. Desde la esfera superior (102 metros), se puede ver una panorámica de la ciudad. Algunas de las escaleras mecánicas que hoy nos sirven de guía, están ambientadas con una iluminación especial.