Gabriel y Galán
Gabriel y Galán, el poeta del campo y sus gentes
En 2005 se conmemoraba el Primer Centenario de la muerte del poeta Gabriel y Galán, que fue mitificado en otro tiempo y llegó a convertirse en fenómeno de masas: sus poesías se recitaban con solemnidad en los pueblos a la hora de la tertulia y se aprendían de memoria en las escuelas... Era una poesía llana y sencilla que retrataba la vida de las gentes del campo, y se transmitía de padres a hijos.
Gabriel y Galán representa una manera de hacer poesía y sobre todo una manera de entender la vida y de expresarse. Su amor al hogar, al campo, al trabajo, a la paz y a los humildes, han hecho que se le identifique con un tradicionalismo tan exaltado hace años, como denostado actualmente. Y ambas posturas me parecen incorrectas.
Participando de los aires sentimentales de la época, deudores del Romanticismo, se le considera sin embargo el poeta del Realismo, y ahí se le puede encuadrar: bebiendo las influencias de ambas tendencias, y coincidiendo con los autores de la Generación del 98 en su profundo amor a Castilla y en el descubrimiento de su paisaje y sobre todo de sus gentes.
Nuestro poeta era un hombre sencillo, amante del campo, poeta costumbrista con raíces profundamente cristianas que participó de las ideas regeneracionistas que predicaban la necesidad de sanear “la despensa y la escuela” como únicas claves de la regeneración de España.
Fue en cantor del trabajo, de los humildes y desheredados, clamando insistentemente en sus versos por la justicia social, y siendo durante un tiempo la voz íntima y épica de su tierra. Y si en cierto modo podríamos decir que la poesía social arranca de él, tal vez su profundo sentido religioso fue el que le impidió pensar en revoluciones, aunque manifestó su simpatía por los anhelos socialistas contra las desigualdades.
Sin embargo, su obra está envuelta en un ingenuo sentido providencialista que lo inclina más a la queja resignada y elegíaca que a la acción.
José María Gabriel y Galán había nacido el 28 de junio de 1870 en Frades de la Sierra (Salamanca). Sus padres se dedicaban al cultivo de la tierra y la ganadería.
En 1888 obtiene el título de maestro y comienza muy pronto a escribir.
En 1901 su poema El Ama ganó la “flor natural” en los Juegos Florales de Salamanca, y a partir de ahí va publicando sus obras: Castellanas, expresión de un costumbrismo regional castellano impregnado de un profundo sentido religioso, Extremeñas, en que imita la jerga popular de las tierras de Salamanca y Extremadura, etc.
El 6 de enero de 1905 murió a causa de una pulmonía mal curada, y su prematura muerte fue llorada con desolación por sus paisanos y por innumerables lectores.
Era el poeta español más popular de finales del XIX, y sin embargo su centenario transcurrió en el más increíble de los silencios, sólo alterado por algún homenaje aislado: en la basílica de San Juan de Baños, en Palencia, o en tierras salmantinas y extremeñas.
Este recuerdo intenta rescatar ese olvido, trayendo a la memoria al poeta con cuyos versos han amado y llorado nuestros padres y abuelos.
Ultima actualización, Feb2025 | +1185👀
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