La Muralla romana de Lugo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 y está hermanada desde el 6 de Octubre de 2007 con la Gran Muralla China de Qinhuangdao. Con una longitud de más de 2 kilómetros, cuenta con diez puertas, que unen las dos partes de la ciudad. Cinco de ellas correspondían a las vías principales del trazado urbano y entre 1853 y 1921 se abrieron otras cinco. La puerta conocida como del "Postigo" se reformó en 1759 para que pudieran pasar los carruajes y en su parte interior se colocó una hornacina con la imagen de Santiago Matamoros y el escudo de Armas del Obispo Izquierdo. Por ella accedían los canónigos a sus huertas hasta el año 1589. En tiempos de pestes era la puerta que permanecía abierta y tenía un puente levadizo. La muralla cuenta además con un paseo que es recorrido a diario por los viandantes autóctonos y visitantes. La anchura de los muros es de 4,20 m. alcanzando los 7 m. en algunos tramos. Esta construcción defensiva, en la que marcó sus directrices el ingeniero Vitrubio, es un misterio para los entendidos, pues nadie acierta a comprender por qué dejaron fuera de la misma importantes núcleos residenciales de la antigua ciudad, al tiempo que protegían otras zonas vacías. El 16 de abril de 1921 la muralla fue declarada Monumento Nacional y en 1971 fue objeto del plan denominado "Operación Muralla Limpia".