A unos mil metros de altitud, entre las altas montañas del norte y las llanuras del sur palentinas, se encuentra este pueblecito tan precioso como ignorado. Tan ignorado permanece porque sus escasos habitantes y su falta de mención en todas las guías al uso del románico, unidas al olvido del gran propulsor del románico palentino, García Guinea, hacen necesario poner en valor este conjunto y templo bellísimo que guarda perlas de exquisita factura para cualquier amante del arte románico.


Y guiados por ese afán y dar notoriedad al mismo, aquel verano de 2010 subimos a la cima de aquel monte que abarca y protege de los fríos vientos al núcleo urbano que se acurruca en el remanso y que, tal vez por ello, porque desde abajo sólo se adivina el monte protector, se le denominó Montoto, Mons totus, todo monte.


Sobre una elevación de suave color rojizo que cubre una fértil y generosa vegetación, entrelazado como una paleta de colores, se alza el templo románico de San Esteban. Es de una sola nave de 17,50 metros de largo y 5,25 de ancho. Románica del siglo XII-XIII con sus correspondientes modificaciones.

Deseábamos contemplar los dos magníficos capiteles de su arco toral, la Adoración de los Magos y Daniel en el foso y sus pinturas murales del ábside, empresa que resultó imposible ante el estado de clausura del acceso.


Al acercarnos, nos sorprende una construcción estructurada en nave, ábside y espadaña románica


Y el cementerio.



También llama la atención su grado de inclinación.


Ventanales con capiteles historiados.



Alero sostenido por una colección de canecillos de una factura delicada y fina que denotan las manos de un maestro experto.

Desde que en 2008 cuando me dedicaba a hacer las rutas de Paradores con mi mascota y llegamos a Verín, una localidad gallega limítrofe con Zamora, tenía ganas de repetir visita a un conjunto monumental que conocí por puro azar. Ocasión que se me presentó en aquel verano de 2015.


El conjunto monumental de Monterrei, incomprensiblemente bastante desconocido, consta de tres recintos amurallados en tres niveles: castillo, templo y hospital.


El templo de Santa María de Gracia es de transición románico-gótico de finales del XIII levantado por privilegio de Alfonso X al monasterio de Celanova. Es sencillo, de nave única cubierta con madera y ábside rectangular con bóveda de crucería.



En el muro sur, la capilla de los Condes, con cuatro columnas con capiteles. En su costado oriental, un retablo pétreo con el Cristo coronado mostrando sus llagas de pasión y crucifixión, resumiendo todas las imágenes del ciclo de su Pasión.








Retablo y pila..




Ángeles adosados al muro y una Virgen en estado de Esperanza, que viene siendo confundida en todos los trabajos como otro ángel mas.




El exterior una ventana absidial curiosa y colección de canecillos y metopas con cabezas de animales, escatológicos y sexuales sin faltar el espinario, de labra, todos ellos de difícil ejecución por el tipo de piedra granítica.








Su fachada septentrional románica con arco de medio punto apoyado en tres arquivoltas apoyadas en jambas con figuras del bestiario.


Tímpano con el Cristo Varón de los Dolores con un Agnus Dei y una especie de tetramorfos de difícil asimilación ortodoxa.


Al lado, arcosolios con sarcófagos privilegiados.


Atravesamos la Puerta del Sol nos encontramos con un hospital de peregrinos: El Hospital de la Santísima Trinidad.


Su portada de acceso es de arco apuntado con tres arquivoltas sostenidas por columnas.


El tímpano, un Cristo en Majestad bendiciendo y rodeado del Tetramorfos.


En la cornisa superior, una figura alada invertida que se interpreta como ángel y yo me barrunto que es la Paloma Celestial.


En el primer recinto, el Castillo con su patio de armas. Se flanquea por la Torre del Homenaje, la Torre de las Damas y el Palacio de los Condes.


La Torre del Homenaje o de don Sancho ( que fue el artífice de su construcción en 1482) es de 12 metros de ancho y 22,50 de altura sin apenas ventanas, pues era la fortificación más sólida del contorno. Planta cuadrangular, sillares de piedra y defensiva según se aprecia en la entrada elevada con escalera voladiza y rodeada con ocho torreones circulares.



La Torre de las Damas está en el costado. Tiene una planta cuadrangular de recios sillares y debió ser la primera torre defensiva del castillo.



El Palacio de los Condes, es ya renacentista. Dos pisos con arcos y columnas poligonales.


Se parte sur se realiza en tres pisos con arcos apuntados donde se alberga un Parador de Turismo, que esta gentuza no se resistió a disfrutar.